"Se solicitan mujeres con excelente presencia para privado en Santiago oriente. Sueldo sobre $ 5.000.000. Interesadas llamar al....". Así rezaba uno de los tantos anuncios que aparecen en los principales diarios de la ciudad intentando surtir de doncellas a los más elegantes cabarets de Santiago.
El día lunes, como es de costumbre, el teléfono de Joaquín Díaz, especie de gerente de marketing del centro nocturno más afamado de Vitacura no cesó de sonar. Fueron decenas las chicas que llamaron interesadas en ser contratadas, obviamente estimuladas por los millones ofrecidos y todas fueron citadas el día miércoles a las 11 de la mañana.
Angela se despertó nerviosa. Era la primera vez que asistía a un casting con tan marcado acento erótico. Ella es la típica rubia artificial que en Suecia no sería mal mirada. Su cuerpo no es el de la típica bailarina de prostíbulo, más bien se asemeja al de la madre treintiañera que se desvive en el gimnasio y que cuando busca a sus críos en la escuela los de cuarto medio quedan hipnotizados.
Con estudios entrecortados de publicidad y gastronomía, se podría decir que Angela pertenece a la clase alta. Todos sus abuelos fueron inmigrantes del viejo mundo presionados por las guerras y su educación la realizó en uno de los más reconocidos colegios multiculturales.
Devolvió anillo en una ocasión a su casi marido. Prefirió no lanzarse a la piscina no estando enamorada y prefirió seguir viviendo con la escasa herencia familiar a unir su vida a un empresario árabe.
Desde que nació su única hija, Martina, las cosas se han puesto más dificies.......
El día lunes, como es de costumbre, el teléfono de Joaquín Díaz, especie de gerente de marketing del centro nocturno más afamado de Vitacura no cesó de sonar. Fueron decenas las chicas que llamaron interesadas en ser contratadas, obviamente estimuladas por los millones ofrecidos y todas fueron citadas el día miércoles a las 11 de la mañana.
Angela se despertó nerviosa. Era la primera vez que asistía a un casting con tan marcado acento erótico. Ella es la típica rubia artificial que en Suecia no sería mal mirada. Su cuerpo no es el de la típica bailarina de prostíbulo, más bien se asemeja al de la madre treintiañera que se desvive en el gimnasio y que cuando busca a sus críos en la escuela los de cuarto medio quedan hipnotizados.
Con estudios entrecortados de publicidad y gastronomía, se podría decir que Angela pertenece a la clase alta. Todos sus abuelos fueron inmigrantes del viejo mundo presionados por las guerras y su educación la realizó en uno de los más reconocidos colegios multiculturales.
Devolvió anillo en una ocasión a su casi marido. Prefirió no lanzarse a la piscina no estando enamorada y prefirió seguir viviendo con la escasa herencia familiar a unir su vida a un empresario árabe.
Desde que nació su única hija, Martina, las cosas se han puesto más dificies.......
posted by Raimundo Encina at 12:43 PM
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